Relato Juevero

 Siendo un monstruo legendario es joven blog es su lugar, quise alejarme lo más posible que el terror esperado en esas historias con una sátira social.

Presionó un poco sus lagrimales estresada, intento controlar su respiración luego de terminar hiperventilada, de sus ojos escaparon un par de lágrimas esta vez en silencio encontraste a su costumbre espectral, con la mano temblorosa por el estrés mientras tumbada en el sillón ingería la quinta tanda de aspirinas.

¿Cómo diablos podía necesitar aspirinas?

¡Estaba muerta!.

—¡Mamá!

Esa criatura de apenas cuatro años se encontraba de nuevo tirado en el piso haciendo un berrinche, estaba rojo de rabia, pataleaba, gritaba,de un lado a otro.

¿Qué quería ahora?

Tenía un videojuego, cabe mencionar lo complicado que es para una aparición hacerse de un crédito en una tienda departamental, televisión por cable, con la respectiva cuota extra por el servicio de parental control, además de netflix, en cuenta premium, pues el bodoque ocupaba para su: televisor lsd, celular, tableta y las de sus amigos.

Tenía cuentas en redes sociales y google play, uno pensaría que el edificio abandonado junto al río donde estaba "cautivo" no habría mucho que contar.

Se supone que para empezar, su cara monstruosa y esquelética le daría miedo, tal vez sus manos huesudas más cercanas a garras, o esa penumbra fantasmal que la rodeaba, pero al verla el niño había dicho unicamente:

"It tiene una apariencia más genial que tu".

Cuanto habían cambiado los tiempos. Que fácil fueron otras épocas, ella buscaba a niños en los pueblos, se los llevaba y bueno terminaba en el fondo de un río, ok... ok... eso, esta mal, muy mal. Pero, era un espectro tenebroso, tenia una reputación que mantener.

Pero ahora, bueno justo en este momento, iría a conseguir un gansito marinela, sea lo que fuera eso, recordó que en una presa donde desembocaba el río había visto patos, tal vez eso bastara.

Salió arrastrando los pies, levitó cabizbaja y derrotada, alejándose.

—Debo cambiar de giro pronto.— Pensó la llorona.